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Artículo actualizado en noviembre 2025

La Nochebuena es una de las celebraciones más esperadas del año en América Latina. En cada país, las familias se reúnen alrededor de la mesa para compartir los sabores que distinguen su identidad y sus tradiciones. Desde el Caribe hasta el Cono Sur, los ingredientes son los verdaderos protagonistas formando platos que llenan de aroma y color esta fecha especial.

Una tradición que une a la región

El clima, los cultivos locales y la herencia cultural definen lo que se sirve en cada hogar. Mientras que en algunos países el pavo o el cerdo asado son infaltables, en otros las cenas se acompañan con tamales, hallacas o ensaladas frías. Pero más allá de las diferencias, todas comparten el mismo espíritu: celebrar con gratitud el trabajo del agro y disfrutar de los productos que brinda la tierra.

El toque dulce que no puede faltar

En esta época, los postres típicos también tienen un papel central en la mesa navideña. En el Cono Sur, por ejemplo, el budín de frutos secos se ha convertido en un clásico de diciembre. Este pastel horneado combina nueces, almendras, avellanas, cajú y pasas, dando como resultado una mezcla de texturas y sabores que llenan de dulzura las reuniones familiares. Su origen se inspira en el “Christmas Pudding” británico, pero con el tiempo adquirió un sello latino que refleja la riqueza agrícola de la región.

En los países andinos, las frutas tropicales marcan la diferencia. Uno de los postres más representativos es el dulce de lechosa, tradicional de Venezuela, preparado con papaya verde cocida lentamente en almíbar. Es costumbre regalarlo o compartirlo entre vecinos y familiares durante las fiestas, como símbolo de unión y afecto. La receta varía en cada hogar: algunos le añaden coco o piña, y otros conservan la versión clásica que pasa de generación en generación.

En Centroamérica, la Nochebuena tiene su propio ícono: el Pío V, un postre nicaragüense que combina tres preparaciones: el marquesote, la sopa borracha y el manjar, para crear una explosión de sabor. Su mezcla de harina, uvas pasas, cítricos y canela evoca el espíritu festivo de la región y rinde homenaje a la diversidad de ingredientes que ofrece su agricultura local.

Mira la receta del postre Pio V

Mira la receta del postre de frutos secos

Mira la receta del dulce de lechosa

Algunas tradiciones por países:

Colombia

Especialmente en Boyacá, el Eje Cafetero y la región de Antioquia se consume la natilla, un flan artesanal hecho con fécula de maíz, leche, canela, panela rallada y queso. Pero lo cierto es que este postre es popular en todo el país.

En la temporada decembrina también son infaltables los buñuelos, redondos y crujientes por fuera, suaves por dentro, elaborados con harina de maíz y queso costeño. Y para quienes prefieren los platos salados, el ajiaco santafereño, la lechona o el sancocho se convierten en protagonistas de los encuentros familiares, reflejando la variedad de ingredientes que produce el campo colombiano.

México

Los romeritos son un platillo especial para este país en época decembrina. Uno de sus ingredientes representativos es el nopal, una fruta que se obtiene de un cactus llamado opuntia, y que era considerada por los aztecas como “la planta de la fuente de vida.”

Una de las bebidas tradicionales es el champurrado, dulce o salado, que básicamente es un atole de maíz, chocolate y agua con un toque de vainilla que finalmente se hierve hasta quedar espeso. Este acompañamiento caliente es perfecto para disfrutar junto a los tamales o los romeritos durante la cena navideña.

Paraguay

Una de sus tradiciones hogareñas es ofrecer a los invitados un vaso de clericó, un ponche hecho con vino y frutas como el melón, la banana, la piña, la naranja y la uva.

Y como plato fuerte está la sopa paraguaya, que a diferencia de lo que se conoce como sopa, es un plato espeso. Este es básicamente una torta de harina de maíz con cebolla, agua, sal gruesa, grasa de cerdo, huevos, queso fresco, leche cuajada y nata de leche.

Guatemala

Este país rinde culto a la diversidad de tamales, pero especialmente en Nochebuena es común encontrar los tamales negros que, aparte de llevar la masa de maíz, incluyen arroz y chocolate. Finalmente son envueltos en hojas de maxán, distintas a las hojas de plátano.

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Celebrar con el agro en el corazón

Todos los platos que forman parte de las cenas navideñas latinoamericanas son el resultado del esfuerzo de quienes trabajan la tierra.

Por eso, la temporada decembrina no solo es una época de unión familiar, sino también una forma de reconocer la conexión entre el campo y la mesa: una oportunidad para celebrar con los sabores que nos identifican y valorar la labor del agro y de quienes hacen posible que podamos disfrutar de estas y muchas otras recetas típicas de la temporada de fin de año.

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